Miguel Torres Maczassek, quinta generación, y Josep Sabarich, director técnico de Familia Torres, han dirigido las primeras catas con sommeliers y periodistas de vino celebradas recientemente en los restaurantes Enoteca de Paco Pérez y Xavier Pellicer de la capital catalana, y en El Jardín de Orfila por Mario Sandoval de Madrid.
Los vinos presentados son Mas La Plana y Reserva Real, ambos de la añada 2015 y procedentes del Penedès, Milmanda 2016 y Grans Muralles 2015 de la Conca de Barberà, y Perpetual 2016 de la DOQ Priorat. Cinco vinos que nacen de fincas históricas enmarcados en paisajes de gran belleza.
La totalidad de los vinos de la colección de Antología se vende por cupos distribuidos entre restaurantes y clientes privados de 75 países.
Milmanda 2016
Este vino nació a mediados de los años ochenta como homenaje a los monjes del Císter, que llegaron a Poblet procedentes de Borgoña de donde es oriunda la chardonnay. Fue el primer vino que elaboró la Familia Torres en la DO Conca de Barberà y tomó el nombre del castillo de Milmanda, cuyas primeras referencias datan del 1148, para dar continuidad al relato histórico de este lugar que reúne las mejores condiciones – climáticas, geológicas y orográficas - para el desarrollo óptimo de esta variedad.
Mas La Plana 2015
Mas La Plana también permitió mostrar que en España se podían elaborar grandes vinos al vencer en las Olimpiadas del vino de París en 1979. Este sigue siendo hoy uno de los vinos más reconocidos del Penedès, la región vitivinícola más antigua de Catalunya con 2.700 años de historia, y el más laureado de cuantos elabora Familia Torres.
La finca de 29 hectáreas está ubicada en la subzona Turons de Vilafranca de la DO Penedès y la forman diez parcelas distribuidas en dos niveles, con suelos arcillosos en la parte baja y predominio de margas en la parte alta.
Reserva Real 2015
La singularidad del Reserva Real, elaborado con cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc, radica en los suelos de pizarra sobre los que se asienta el viñedo ya que son únicos en el Penedès. En una extensión de tan solo 4 hectáreas, la llicorella se muestra en superficie, aunque más fragmentada que la se encuentra en el Priorat.
Este es, además, uno de los pocos vinos de cabernet y merlot elaborados en suelos de pizarra, por lo que podría considerarse una doble rareza. De producción muy limitada, es un vino de perfil clásico, con más extracción que en el caso Mas La Plana y un envejecimiento de 18 meses en barricas nuevas de roble francés.
Grans Muralles 2015
Este vino es la apuesta de la Familia Torres por las variedades autóctonas catalanas, incluyendo variedades ancestrales recuperadas que habían prácticamente desaparecido. Es, de hecho, el primer exponente de un proyecto en el que lleva trabajando la Familia Torres desde mediados de los años 80 y que les ha llevado a recuperar a día de hoy más de 50 variedades pre-filoxéricas.
Perpetual 2016
Perpetual es, como Grans Muralles, un vino focalizado en variedades autóctonas catalanas pero, en este caso, además, se centra únicamente en viñas viejas, de las que solo hay 150 hectáreas plantadas antes del 1945 en todo el Priorat. Familia Torres elabora Perpetual con cepas de entre 80 y 100 años que crecen en costers en suelos de llicorella y que son propiedad de viticultores de cinco municipios tanto de las zonas cálidas, situadas a 250 metros de altitud, como de las más frescas, a 550 metros (El Lloar, Porrera, Bellmunt, Torroja y El Molar), sumando un total de 13 hectáreas de producciones muy bajas.
© Javier G. Paradelo
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