Bodegas Paniza, situada en la denominación de origen Cariñena, pone en el mercado dos nuevos vinos con los que se inicia una nueva gama que busca posicionarse en los más altos estándares de calidad.

La bodega que posee ya muchos reconocimientos y premios, ahora, y como continuación de su puesta en marcha de la renovación total de instalaciones, filosofía y estrategia con su proyecto de inversión de más de 12 millones de euros y tres años de intenso trabajo, inicia la última fase con la elaboración de dos nuevas garnachas de alta gama, seleccionadas de los mejores viñas de sus casi tres mil hectáreas de viñedo.

Bodegas Paniza trabaja con variedades nacionales e internacionales y cuenta con las más altas certificaciones internacionales.

Paniza Última Garnacha obtiene su nombre, precisamente, de las últimas cepas vendimiadas de esta variedad en el terroir de Paniza. Son 25.000 botellas de un tinto de gran carácter y muy expresivo.

Garnacha from slate, por su parte, refleja la gran riqueza de aroma y bouquet que los vinos en terrenos pizarrosos, como es el caso, pueden aportar. Un vino goloso y maduro que invita a beber más.

Bodegas Paniza, que toma su nombre del municipio en el que tiene su origen, comenzó su actividad hace más de 60 años con la creación de la Cooperativa  Vitivinícola Nuestra Señora del Águila, que fue el germen de la actual empresa,  que cuenta hoy en día con 360 socios viticultores.

A principios de siglo, se renovaron por completo las instalaciones para adaptarlas a las nuevas técnicas y para la instalación de nuevos equipos de vitivinicultura para ganar en calidad y capacidad. Un esfuerzo inversor que la bodega ha seguido manteniendo de forma continuada. 

En la actualidad Bodegas Paniza comercializa sus nueve gamas de vino en 41 países de los cinco continentes. La bodega es una de las más relevantes en la denominación con gran presencia en los mercados exteriores que suponen el 95 % de sus ventas.

© Javier G. Paradelo