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Dominio de Tares, carácter leonés

Escrito por  Roberto G. Corona
Dominio de Tares, carácter leonés

No podemos ocultar que dos de las variedades que más nos gustan en el actual panorama del vino español son oriundas de tierras leonesas, la Mencía y la Prieto Picudo. Dos variedades con rasgos propios y que están dando vinos de marcado carácter atlántico, con buena frescura y con excelentes maduraciones que nos proporcionan a los aficionados vinos rotundos, de profundos colores y cierto aire rústico en la boca. 

En esta línea de buen balance entre la rusticidad y las sensaciones más hedonistas se encuentra la bodega que hoy tenemos sobre la mesa de cata del Aula del Vino, Dominio de Tares.

Además en esta ocasión tenemos la posibilidad de conocer sus vinos blancos de Godello, que se está imponiendo como la variedad reina en las zonas gallegas, y leonesas más occidentales, como el Bierzo.

Dominio de Tares es una bodega situada en la comarca de El Bierzo (León). La bodega se encuentra en una zona privilegiada rodeada de viñedos de excepcional calidad. Dominio de Tares combina tradición en el cultivo y modernidad en la elaboración para extraer toda la esencia de la uva en condiciones óptimas.



El viñedo, de las variedades autóctonas mencía y godello, se ha seleccionado tras una intensa búsqueda por los mejores pagos de la denominación de origen Bierzo, localizando los suelos y ubicaciones más interesantes.

Sobre la mesa catamos Godello Fermentado en Barrica 2015 de color dorado, tiene aromas de fruta blanca, melocotón, piña envueltos en los melosos aromas de panadería. La boca es amplia, untuosa. Un blanco para los incondicionales del tinto.

La Sonrisa de Tares 2016 es una Godello más fresca de un color más pálido, luminoso, en la nariz los aromas cítricos, tonos verdosos de juventud y una boca con excelente acidez, marcan el vino para disfrutar en compañía, con amigos y entre amplias sonrisas.

La Prieto Picudo aparece vinificada en rosado con Tombú 2016 muy fresco en la nariz, golosinas, fresas, flores frescas. En la boca con una buena estructura envuelta en una ágil acidez que refresca.

El único tinto es Cepas Viejas 2014, la Mencía aparece un poco más tímida que en anteriores añadas que hemos catado. Rojo cereza muy cubierto, aromas de fruta negra, balsámicos, tierra mojada, lácteos. En la boca de cuerpo medio y una agradable astringencia que se puede domar en la botella, nos deja un excelente recuerdo.

Sin duda una de las bodegas bercianas que hay que tener en la agenda y ver su evolución los próximos años, de momento un valor seguro si queremos disfrutar de unos excelentes vinos de carácter leonés.

© Roberto G. Corona

 

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